UN PUEBLITO MEXICANO

“Un Pueblito Mexicano” de Gabriel Sánchez Viveros es una obra arquitectónica y de interiorismo que rinde homenaje a la esencia y la belleza del pueblo mexicano, fusionando tradición y arte en cada rincón. El diseño destaca por su magistral uso de materiales y detalles que resaltan la riqueza cultural y natural de México, pero a 13,579 km de distancia. 

Uno de los elementos más impresionantes son los suelos de mármol, finamente incrustados con piedras de colores, gemas, vidrios, metales y conchas, sobre cemento coloreado, que no solo aporta durabilidad, sino que también ofrece un espectáculo visual con su riqueza de tonalidades y texturas. La presencia de azulejos talavera y tipo talavera en paredes y detalles decorativos con motivos mexicanos, aportan color, textura y vitalidad a los espacios. Salones amplios y acogedores comunicados entre sí, ventanales que a través de las terrazas espectaculares ofrecen vistas al azul turquesa del mar rojo, baños coloridos y cocinas a la usanza poblana con vigas de madera y azulejos celebran el color de nuestro México. 

El tema de las cuatro estaciones se refleja de manera simbólica en todo el conjunto, creando un ambiente que invita a explorar y experimentar la transformación de la naturaleza a lo largo del año. Gracias a los generosos jardines que rodean la construcción, integrando la naturaleza y la arquitectura en una armonía perfecta. 

l El acueducto de 46 metros de largo por 6 metros de alto es una obra majestuosa que sintetiza la historia y la ingeniería mexicana y, al mismo tiempo, reconoce el legado de la arquitectura árabe y su respeto por el agua. Inspirado en el acueducto de Querétaro, une y limita las áreas del jardín principal La piedra del acueducto está rajueleado con pedacería de solera y todas las molduras curvas de cemento están policromadas, lo que acentúa el movimiento de los arcos y el acueducto en su totalidad. 

En conjunto, “Un Pueblito Mexicano” es una obra que encarna la belleza, historia y creatividad mexicanas, logrando un equilibrio entre funcionalidad y arte a través de su excepcional uso de materiales, detalles ornamentales y una temática que celebra las estaciones del año en un entorno lleno de color y vida.