El trabajo de arquitectura y diseño de interiores que realizó Gabriel Sánchez Viveros durante su residencia de 15 años en Arabia Saudita, donde tuvo como cliente directo a la familia real y donde desarrolló sus propuestas para residencias como El Palacio de Verano (1997), El Espacio de Descanso (Residencia Hangar, 1997) y El Palacio de Invierno (2006), será publicado en un libro, adelantó el arquitecto mexicano en charla con La Jornada.
De acuerdo con el también pintor, escultor, grabador y fotógrafo, la idea es dejar testimonio de los conceptos arquitectónicos que resultaron de esa experiencia.
Sánchez Viveros, arquitecto egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, llegó a Arabia Saudita al ser elegido para desarrollar un proyecto de seis meses. Sin embargo, se quedó 15 años, ya que el príncipe Al-Saúd le encargó la construcción e intervención de sus residencias.
El libro se centra en el Palacio de Invierno, inspirado en la arquitectura najd de la región norte-centro de Arabia Saudita, muy parecida a algunas arquitecturas mexicanas, la cual se trabaja con adobe y vigas de madera, aunque allá son de palmera.
Para ese trabajo, añadió, también elaboré un estudio fotográfico sobre el interiorismo y la arquitectura najd. El libro es una compilación de fotografías, bocetos y diseños arquitectónicos, y de cómo al fusionar el estilo najd y la arquitectura mexicana desarrollo una nueva propuesta arquitectónica, que al final quedó plasmada en el Palacio de Invierno.
Intercambio de saberes
El libro habla de todos esos procesos constructivos y de diseño, así como de las experiencias cotidianas que implicaron, ya que durante los años de estancia en aquellas latitudes Sánchez Viveros laboró con trabajadores de la construcción mexicanos que se llevó desde aquí, quienes intercambiaron técnicas con sus pares de Pakistán, Afganistán, Sudán, Líbano, Egipto e India.
Era una Torre de Babel; la forma de comunicación era mediante dibujos y trazos, algunos sobre la arena, explicó el arquitecto.
Los trabajos implicaron también trasladar contenedores marítimos con productos nacionales, como cantera de Querétaro; textiles de Jalisco, muebles de Mérida, Yucatán; azulejo tipo talavera, de Hidalgo, y antigüedades de la Ciudad de México.
Como artista plástico, y a ocho años de su regreso a México, Sánchez Viveros trabaja en la colección Flora’s Soul, para cuyas piezas, explicó, empleo el pigmento de los pétalos de las flores e imprimo los colores sobre papel amate, de arroz y de algodón.
Adelantó que, si la situación sanitaria lo permite, tiene planeada una exposición a finales de año en el consulado mexicano en Barcelona, con obra de las series Flora’s Soul, Rojo y Origen.